digitalisation aftermarket sector
POSVENTA INDEPENDIENTE

Las claves de la digitalización del sector de la posventa

El 2020 resultó ser un año bastante duro para muchas empresas. La crisis sanitaria mundial hizo tambalear a, prácticamente, todos los sectores de actividad. En el caso del sector de la posventa, muchos expertos apuntaban hacia una recuperación lenta y costosa. Sin embargo, existen ciertos indicios que invitan a pensar que esta recuperación será más rápida de lo esperado. El envejecimiento del parque automovilístico en Europa y la digitalización en la posventa van a ser una excelente oportunidad para rescatar a la industria.

A pesar del descenso del kilometraje de los vehículos en 2020, la pandemia ha condicionado, y en mucho, los patrones de conducta del consumidor. El miedo al contagio del virus y el distanciamiento social ha cambiado nuestros hábitos de movimiento. La inseguridad frente al contacto social ha provocado que los usuarios ahora optan más por el transporte privado lo que ha tenido una incidencia directa en las compras en el sector del IAM (de sus siglas en inglés, Independent Aftermarket).

Crecimiento en la distribución de recambios

La digitalización de la venta al por menor de piezas y servicios en todo el sector es una tendencia que ha acelerado la recuperación en el mercado de la posventa; de hecho, la distribución online de recambios ya está por encima de las cifras de 2019, según un estudio realizado por ANCERA. Según este informe este sector ha cerrado el primer trimestre del año con un crecimiento del +2% en comparación con el mismo periodo de 2019, antes de la pandemia.

No sólo los datos han mejorado sino las expectativas con las que la distribución española espera concluir el ejercicio de 2021. En concreto, las empresas esperan finalizar el año con un crecimiento del +12% respecto a 2020, después de que el segundo trimestre haya superado todas las previsiones con un crecimiento del 4% frente al mismo periodo de 2019.

Esto se debe, en parte, al distanciamiento social y a los temores de contagio por Covid-19 en los talleres, donde puede que no existan opciones sin contacto.

Crecimiento de los talleres

En el caso de los talleres encontramos una evolución a dos velocidades, ya que en el primer trimestre de 2021 se hablaba de una caída importante debido al mal temporal en Europa (es notable el caso de la borrasca Filomena en España) y a las restricciones de movilidad impuestas en gran parte del continente por culpa de la pandemia mundial.

Recuperación positiva

Sin embargo, en el segundo trimestre ha sido mucho más positivo que las previsiones realizadas. Según el último informe realizado por CONEPA, durante el segundo trimestre la caída de la facturación en los talleres ha sido sólo del -3% respecto a 2019.

La noticia más positiva la encontramos en el mes de junio que se ha convertido en el mejor mes de los últimos 2 años, con un balance positivo en casi todas las empresas del sector. La actividad se ha situado un 5% por encima de la registrada en el mismo mes de 2019.

La digitalización clave en este proceso de recuperación

Algunas claves de este éxito han sido, precisamente, la digitalización. La inactividad generada durante los meses de confinamiento ha facilitado que muchas empresas del sector hayan invertido su tiempo y esfuerzo en modernizar y digitalizar sus sistemas de inventario y gestión de pedidos.

No solo los talleres, sino también los fabricantes han mejorado su comunicación con los diferentes actores encargados de gestionar y distribuir los recambios. En gran medida, la tecnología ha conseguido hacer más accesible para la posventa independiente.

Sin embargo, los talleres de fabricantes en la posventa están generalmente lejos de estar preparados digitalmente en comparación con los talleres OEM, lo que puede, a su vez, ser visto como una oportunidad para el crecimiento futuro.

En este caso, los retos para la red de talleres IAM suelen ser la resistencia a una costosa transformación digital y la falta de una entidad de dirección centralizada y con poderes para establecer normas e impulsar el cambio.

Los actores de la posventa tienen una gran cantidad de opciones para impulsar los esfuerzos de digitalización, desde el marketing y las ventas hasta los nuevos productos/modelos de negocio y procesos operativos, pero el éxito requiere el apoyo de una organización ágil. No hay duda de que las iniciativas de digitalización son fundamentales para garantizar la relevancia a largo plazo de los actores del sector.

El actual parque automovilístico puede estimular la recuperación

La pandemia ha cambiado nuestra forma de vivir, y eso incluye nuestros hábitos de conducción. La voluntad y la capacidad de gasto de los conductores, así como sus preferencias por el transporte privado, ha influido positivamente en la recuperación de la industria de posventa.

Un mayor número de personas que trabajan desde casa, el aumento de las cargas financieras y la disminución de los viajes personales, es más probable que los consumidores pospongan la compra de un coche nuevo en el clima actual. En cambio, es probable que los conductores sigan utilizando sus vehículos actuales y eso -a la larga- beneficia a la posventa.

La edad del parque automovilístico factor clave

En Estados Unidos, la edad media del parque automovilístico es de unos 12,1, cifra récord para el mercado estadounidense, según los datos de IHS Markit. Mientras que en Alemania, Polonia y Rusia es de unos 9,6 años, 14,1 años y 13,4 años, respectivamente. Todo ello puede suponer un aumento de las inversiones en la reparación y el mantenimiento del parque automovilístico existente, lo que beneficiará a los operadores de la industria.

La digitalización del sector se postula así como una de las principales palancas para acelerar la tan ansiada recuperación para los actores de la posventa independiente. La inversión en mejorar los sistemas de logística e inventario serán la clave para mejorar la eficiencia en un servicio con una demanda cada vez mayor.