¿Por qué España no está preparada para los coches eléctricos?
¿Está España preparada para los coches eléctricos? Aunque el gobierno está impulsando medidas para llevar a cabo una renovación del parque automovilístico, los indicios invitan a pensar qué aun queda unos años para acoger este tipo de automoción.
Acuerdo de la UE para la reducción de CO2 en 2030
La Unión Europea alcanzó el pasado mes de abril un acuerdo para convertir a Europa en el “primer continente climático” para el año 2050, así afirmaba Ursula Von Der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.
El objetivo del acuerdo es reducir un 55% de emisiones de efecto invernadero para el año 2030, en comparación con el año base 1990. Aunque esta propuesta debe ser aprobada todavía por todos los Estados miembros y el por poder legislativo europeo, tiene previsto ponerse en marcha en 2027.
Por otro lado, los fabricantes europeos, a través de la Asociación de Constructores Europeos del Automóvil (ACEA), están de acuerdo en cumplir las normas de la futura ley climática europea si hay ayudas para desplegar infraestructuras de recarga para coches eléctricos.
Dicha ley climática, llamada Euro 7, tendrá efectos en 2027 y, para entonces, todos los vehículos deberán emitir menos de 47g/km de CO2 y los coches de gasolina y diésel a menos de 30 mg/km de NOX. Es una medida muy radical teniendo en cuenta que la actual emisión de estos gases son: gasolina 60 mg/km y diésel 80 mg/km. Según, fuentes de Motor.es
¿Qué ocurre en el parque automovilístico español?
El sector transporte representa un 25% de las emisiones de CO2 en España, según un informe sobre el cambio climático del gobierno de España. Uno de los objetivos del gobierno es alentar a más personas a que utilicen coches eléctricos para así ponerle frenos a la creciente crisis medioambiental.
“El sector transporte representa un 25% de las emisiones de CO2 en España”
Según Motor.es, en marzo de 2021 las ventas de vehículos totalmente eléctricos aumentaron un 175,94% con respecto al mismo trimestre del año anterior. Sin embargo, hay buenas razones para considerar que el parque automovilístico español aún no está preparado para acoger vehículos eléctricos.
4 retos a los que se va a enfrentar el coche eléctrico
El gobierno quiere llegar a 5 millones de matriculaciones de coches eléctricos para 2030. Un objetivo difícil de conseguir según Manel Montero, Director General del Grupo Moure, ya que la venta de vehículos eléctricos tendría que aumentar un 70%.
La renovación del parque automovilístico español no va a resultar nada sencillo, a pesar de los grandes esfuerzos que está realizando el gobierno para que esto suceda y así cumplir los objetivos medioambientales.
A pesar de que, como hemos dicho anteriormente, las ventas de los coches eléctricos han aumentado notablemente, no se venden los suficientes para alcanzar los objetivos propuestos por el Estado español.
A continuación, vamos a explicar 4 razones por las que al coche eléctrico le va a costar calar en el mercado español.
1. Proceso largo y costoso
Según la DGT, en 2020 se matricularon 1.253.538 vehículos diésel y gasolina, en comparación con los coches eléctricos que representan la cifra de 36.948. A pesar de los esfuerzos de los fabricantes realizando campañas para impulsar la compra de vehículos eléctricos, el conductor medio español sigue muy arraigado al coche convencional de combustión.
España es uno de los países europeos que presenta una edad media más avanzada en su parque automovilístico. La crisis sanitaria ha dejado huella provocando una crisis económica y sociopolítica a nivel mundial, lo que ha resultado un caos para España en el sector del automóvil ya que los coches eléctricos son mucho más caros, al menos un 20%, y no son asequibles para todos los bolsillos.
Hasta que España no se recupere de la reciente crisis económica y sanitaria no va a poder permitirse renovar el parque automovilístico, sobre todo porque las compensaciones entre ambos tipos de coches aún no salen rentables el cambio para el ciudadano medio.
Es probable que en los próximos años los precios vayan cayendo y se pueda conseguir coches eléctricos por menos, o incluso que llegue ha aparecer un mercado de segunda mano. Pero todavía no ha llegado el momento.
2. España no es territorio para eléctricos
España es el segundo país más montañoso de Europa y uno de los más calurosos, lo cual no es nada favorable para el coche eléctrico ya que supone más consumo de batería.
Sobre todo porque la recarga completa de un vehículo eléctrico suele tardar entre 5 y 8 horas de media, es mucho más lenta que la de un coche de combustión.
Si una casa o apartamento no tienen plazas de aparcamiento privadas, el propietario del coche eléctrico va a tener que desplazarse hasta donde haya puntos de recarga, como gasolineras, oficinas o supermercados vacíos por la noche.
3. Infraestructuras de recarga
La mayoría de la población española vive en vertical, es decir en edificios, lo que significa que una gran parte de los ciudadanos españoles no cuentan con una plaza de aparcamiento privada, sino que dejan el coche en la calle, lo que implica que no puede acogerse a tarifas nocturnas baratas y las cargas rápidas de las gasolineras son muchas más caras que las de gasolina y diésel.
España, en las 16 medidas propuestas por ANFAC, tenía previsto impulsar el despliegue de una red de infraestructuras de recargas eléctricas de acceso público. Para 2022 quiere llegar a implementar unas 45000 en toda la península.
4. La utopía de los coches eléctricos
A pesar de las leyes y medidas que se van a llevar a cabo en los próximos años, los coches eléctricos van a seguir contaminando, un porcentaje mucho más bajo que los coches de combustión, pero, por ahora, no van a llegar a ser 0 emisiones de carbono.
Los minerales utilizados para el abastecimiento de las baterías, el desmantelamiento de las baterías malgastadas, la construcción y entrega de los vehículos a los clientes implica importantes emisiones de CO2.
Actualmente, no se puede hablar de vehículos de energías alternativas y renovables que sean 0% contaminantes, pero la aceleración de la crisis medioambiental está poniendo a la industria automotriz en el punto de mira por las altas emisiones que produce.
Aún no están preparados, pero se están preparando para alcanzar los objetivos gubernamentales que harán de nuestro planeta un lugar mejor.